miércoles, 18 de junio de 2008

Desarrollo social en la edad preescolar

Desde muy pequeños a los niños parecen fascinarles los otros niños. Quizás recordarás a tu bebé observando a un hermano o primo atentamente, o sonriendo a un pequeñín que encontraron por la calle. En general, a los niños les interesan mucho los otros niños y entre los dos y los tres años empiezan a jugar con ellos de manera más activa y a formar amistades, pero el proceso no es del todo fácil. Formar relaciones sociales positivas es una habilidad que se ha de aprender, y hay muchas cosas por aprender: compartir, tomar turnos, ser respetuoso, aceptar las diferencias ¡qué trabajo! Pero el placer de tener amigos y disfrutar de la compañía de los demás va a llenar a tu niño(a) de satisfacción para el resto de su vida.

Oportunidades para socializar Su desarrollo social necesita muchas oportunidades para practicar. Para aprender a formar amistades, ha de pasar suficiente tiempo con otros niños y poner en práctica sus nuevas habilidades. Piensa en tu día a día y las oportunidades que puedes proporcionarle a tu pequeña(o) para pasar tiempo con otros niños. Puedes invitar a amigos a casa, llevar a tu niña(o) a casa de amigos, encontrar amiguitos en el parque, en la biblioteca, apuntaros a un grupo de juego, una clase de música o movimiento para niños, etc. Lo importante es que tenga tiempo con otros niños y muchas oportunidades para practicar sus habilidades sociales.

La importancia de la guía de un adulto Durante su tiempo con otros, hay muchas cosas para aprender y perfeccionar. Los pequeños han de aprender a compartir, a tolerar las opiniones de los demás, a comprender el impacto que su comportamiento tiene en los sentimientos de los demás, a tomar turnos… Todas estas habilidades necesitan supervisión de adultos para facilitar su aprendizaje en el momento (cuando están sucediendo) Si dejamos a dos niños de tres años jugando solos, probablemente se encontrarán con desafíos al intentar manejar su relación. Primero siempre les hemos de dejar probar de resolver esos desafíos por su cuenta, pero si vemos que tienen dificultad, tenemos una buena oportunidad para ayudarles a negociar el conflicto y desarrollar sus habilidades sociales.

Es recomendable mantener las horas de juego con amigos a un tiempo limitado entre 45 minutos y una hora cuando el niño(a) es pequeño(a) para ayudarle a desarrollar habilidades sociales sin abrumarlo. A medida que va creciendo, puede pasar más y más tiempo de juego no estructurado con sus amigos.

La asociación “De Cero a Tres” “Zero to Three” nos recomienda las siguientes ideas para facilitar el desarrollo de las habilidades sociales y la amistad con niños pequeños:

Sugerirle a tu pequeña(o) que busque ayuda en otros niños para resolver problemas. Por ejemplo, podemos decirle “¿Por qué no le preguntas a María como ha conseguido el color morado en la pintura? Parece que ella lo hizo mezclando unos colores.”
Ayuda a tu niño a reflexionar el impacto que su comportamiento tiene en los demás. Por ejemplo, “Veo que le quitaste el juguete a Juan y le dijiste que no podía jugar, ¿cómo crees que se siente Juan ahora?”
Anímale a trabajar en equipo o en grupo cuando sea posible. Por ejemplo, en la caja de arena en el parque, puedes proponer “¿Por qué no prueban de construir un castillo entre los dos, Juan y tu?”
Ayúdale a comprender el punto de vista de los demás para que vaya desarrollando su habilidad de sentir lo que sienten sus amigos. Por ejemplo, “Sebastián está triste porque su mamá tuvo que irse, ¿qué crees que podríamos hacer para que se sienta mejor?”
Tu eres el mejor amigo de tu pequeño(a) y contigo puede practicar todas estas habilidades de manera segura. Así que dale oportunidades de jugar contigo. Todas las habilidades que practique y aprenda en casa, le serán más fáciles de poner en práctica con sus compañeros.



La Dra. Helena Duch es psicóloga infantil y familiar especializada en trabajar con familias que están planeando, esperando y criando a niños en la primera infancia. La Dra. Helena tiene un doctorado en psicología infantil y escolar de New York University y una maestría en Psicología del Desarrollo Infantil de Columbia University y es licenciada en Psicología Clínica por la Universidad Ramon Llull en Barcelona. Además la Dra. Helena está licenciada como psicóloga en el estado de Nueva York y en España, su país natal.



Fuente: Todobebe

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